Luis Luna León domingo, abril 10, 2011 0 comments Cuando la OBLIGACIÓN no tiene lugar Home » Unlabelled » Cuando la OBLIGACIÓN no tiene lugar Aquí estoy, a mitad de una noche que esta más viva que yo. Hoy es sábado y en las venas de la ciudad hay vida. Nubes de tabaco y un aire que despide un aroma etílico tan rico, que a más de uno les endulza el momento. Es una noche que respira y que se mueve con la agilidad del gato que maulla sin cesár todas las noches en la banqueta de mi casa y que burla mis baldazos de agua para ahuyentarlo. Todos mis contactos en facebook siguen posteando sin descanso, no dan tregua para continuar comunicando vivencias, anécdotas y alguno que otro coraje. Pero siendo honesto, creo que eso es lo de menos, lo que les interesa es convivir a la distancia. Y yo me cuento entre ellos. Y es en esta noche en la que me he dado cuenta que ya han pasado más de dos meses sin escribir una sola letra en mis NOTAS de esta red social. La verdad no había reparado en ello. El ritmo vertiginoso en el que he sumido mi vida en estos últimos días ha impedido que yo observe este detalle. Y es que escribir es algo fascinante cuando se tiene tiempo para ello. Ver danzar caprichosamente las ideas es algo que me emociona y hace que sucumba ante ello, cuál adolescente ante el beso del primer amor. Pero quiero ser sincero. No me gusta escribir por trámite, por compromiso. Escribir de tal forma que pareciera plasmar en letras mis ideas como un mero requisito. No, definitivamente así no me gusta. Para escribir debe de existir pasión por un tema, interés por transmitir mis sentimientos a través de letras y símbolos. Eso es lo que a mí me mueve. Solo cuando eso sucede puedo escribir. Por eso estoy aquí, explicando -mas no justificando- mi ausencia escribana. Y aunque me rodean temas en los cuáles podría yo profundizar, he preferido esperar hasta esa puesta de sol, aguantarme hasta ese atardecer que permita que mis sentimientos vibren y hagan que las ideas se disparen a mi cerebro cual pelota a la portería en un futbolito de mesa, como yo lo hacía en aquellos partiditos en mi adolescencia en el bar "Es3" que estaba en el boulevard principal de Tuxtla la bella. Solo cuando llegue ese momento podré nuevamente volver a teclear mi netbook, demostrándome a mí mismo que, para escribir, la palabra "Obligación" no tiene un lugar establecido. Hasta pronto Share This To : Facebook Twitter Google+ StumbleUpon Digg Delicious LinkedIn Reddit Technorati
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